Hoy vamos a hablar de ponerle precio a tu libro, pero vamos a hacerlo bien, sin tanto rodeo de gurú que se enrolla y no dice nada. Porque aquí de lo que se trata es de realizar un buen trabajo, aportar al lector y también generar ingresos, de hacerlo de forma honesta, pero con cabeza.
El libro no se va a vender solo, y la primera decisión importante es esta: ¿cuánto vas a cobrar?
Primero, entiende una cosa: el potencial cliente saca mucha información del precio. Para él, muchas veces el precio lo dice todo. Si compra o no compra.
Un precio bajo puede hacer pensar a la gente que tu libro aporta poco o que le falta algo. Un precio alto y se espera que les expliques por qué tienen que sacar la cartera y aflojar la pasta. Así de simple.
Ahora bien, tampoco hay que fliparse y ponerle el precio de un Ferrari, que a no ser que lo haya escrito Stephen King o que tu historia cure el insomnio, la gente va a pasar de largo.
Lo primero que tienes que hacer es mirar a tu alrededor. Hay que investigar, observar, ser un poco chismoso. ¿Cuánto están cobrando otros por libros parecidos al tuyo? Eso es clave. Mira quiénes son tus competidores y aprende de ellos. Porque si te pones demasiado alto y no eres nadie conocido, lo llevas claro. Pero si bajas tanto que parece que estás mendigando, igual la gente piensa que estás desesperado.
Aquí va una idea: piensa en tu lector ideal. ¿Qué está dispuesto a pagar? ¿Qué poder adquisitivo tiene? ¿Cuánto suele pagar los libros que compra?
Por favor no me vengas con que “todo el mundo lo puede leer”, porque eso es mentira. Define bien quién es tu lector, porque a lo mejor le puedes cobrar un poquito más de lo que creías si logras demostrar que tu libro les da exactamente lo que buscan.
Piensa en tus costes. Esto no va de jugar a ver qué precio se siente bien, como si estuvieras eligiendo helado en una feria. Tienes que sumar todo: diseño, edición, promoción, distribución… Y luego añade lo que quieres ganar, que no estamos aquí para hacer caridad.
Otra cosa importante: el valor percibido. Esto es lo que separa a los libros que se venden de los que se quedan criando polvo en una estantería digital. ¿Qué haces tú diferente? ¿Tu libro soluciona un problema que nadie más resuelve? ¿Es más entretenido que el resto? Si logras transmitir ese valor, la gente va a pagar lo que tú les digas. Y si no, pues a ver quién se anima a comprar.
Ahora, te voy a decir las tres estrategias clásicas de poner precio que funcionan y funcionan muy bien:
🔷 Precio de penetración. Si eres nuevo, pues igual quieres entrar baratito para que la gente te pruebe. Que te conozcan, que hablen de ti, y luego ya subes el precio.
🔷 Precio de descremado. Lo contrario. Si sabes que tu libro es especial, que tiene algo que nadie más tiene, ponle un precio alto desde el principio. Que se note que es premium.
🔷 Precios dinámicos. Esto es para los que saben jugar con las plataformas. Ponlo caro, luego bájalo en promoción, súbelo de nuevo… como si fuera la bolsa. Así creas urgencia y la gente se anima a comprar.
Hablando de promociones, esto no es para dar descuentos por dar. Tienes que crear un poco de emoción. Haz que la gente piense que si no compra ahora, se va a quedar sin su oportunidad de oro.
Promociones limitadas, ofertas de lanzamiento… la cosa es mover a la gente a que compre ya, no mañana ni el mes que viene. O comprarán el libro de tu competencia.
Y por último, no te olvides de ajustar. Aquí no hay que ser terco. Si tu libro no se está vendiendo, revisa el precio. Mira los datos y ajusta. Pero ajusta con cabeza, sin regalar tu trabajo.
En definitiva, ponle precio a tu libro sabiendo lo que haces, estudia, ajusta, y no te vayas a los extremos de barato o caro sin tener razones para ello. Porque el precio va a decir tanto de tu libro como el propio contenido.
¡Buena suerte! ¡Vamos con todo!
P.D. Ojo, todo esto es muy bueno para aplicar, pero si no tienes un libro de calidad, olvídate de la estrategia de precios. Vender humo es un plan a corto plazo que puede arruinar en vez de construir tu marca personal. Y recuerda que tu marca personal, si la manejas bien, es la que hará que vendas muchos libros en tu futuro.