¿Quieres Publicar un Libro? No Uses Ningún Programa Hasta Leer Esto (El #10 Te Sorprenderá)

El SECRETO que nadie te contó para escribir un LIBRO BESTSELLER desde cero —con estos 20 programas brutales—

Yo no sé en qué momento nos metieron en la cabeza que escribir un libro era cosa de iluminados, de sabios que nacieron con la musa debajo del brazo, pero así nos va. Tenemos las estanterías llenas de libros que nadie quiere leer y las cabezas desbordándose de ideas que nadie se atreve a escribir.

Es curioso, porque la mayoría de gente que quiere publicar algo, ni siquiera sabe por dónde empezar. Y no es por falta de talento. No es porque no tenga historias. Es porque tiene miedo. Miedo a que su texto se vea “poco profesional”. Aun sabiendo que hoy en día cuentan con una gran cantidad de herramientas para llevar a cabo todo el proceso de edición, aún así siguen temiendo.

Ahora dime tú, si no es una locura que alguien con algo tan importante que decir se quede callado por no saber dónde poner los dedos. ¿Te imaginas a Joaquín Sabina diciendo “no compongo porque no sé tocar el piano”? ¿O a Tarantino dejando de rodar porque no le enseñaron a editar en Final Cut?

Pues esto es lo mismo.

No necesitas saberlo todo, ni ser el más listo de la clase. Lo único que necesitas es tener claro qué herramientas pueden ayudarte a sacar tu libro del cajón de las ideas dormidas y ponerlo en la estantería de los libros que la gente lee, comparte y recomienda.

Y hoy te voy a saturar con un montón de herramientas que están al alcance de cualquiera, que no hacen magia pero sí hacen posible que la magia suceda. Pero antes, hazte una pregunta: ¿Cuánto más vas a dejar que el miedo decida por ti?

Herramientas para comenzar HOY a escribir y editar

(1)  Microsoft Word💲🇪🇸 y (2)  LibreOffice Writer 🆓🇪🇸

Te lo explico como si estuviéramos tomándonos un café y tú tuvieras cara de querer enterarte bien porque estás hasta el gorro de perder tiempo comprando programas que no sabes si te van a servir o no. Quiero que sepas que en esto de la edición hay herramientas de todo tipo, precio y color.

Microsoft Word es como ese colega de toda la vida que ya sabes cómo va a reaccionar en cada situación. Le dices “haz esto” y lo hace. ¿Quieres escribir una novela de mil páginas? Perfecto. ¿Necesitas que alguien revise tu texto con comentarios, tachones y toda la pesca? También lo hace. ¿Que quieres exportarlo a PDF sin que se descuajaringue el formato? No te preocupes, Word se encarga. Es estable, muy profesional y, sobre todo, te saca del apuro sin pretender que seas un experto en ofimática.

Ahora bien, si eres de los que les gusta la libertad, que no quieren pagar por usar una herramienta que simplemente hace lo que se supone que debe hacer, LibreOffice Writer es el tipo rebelde pero responsable que se ha currado una carrera sin deberle nada a nadie. Abre documentos de Word como si los hubiera hecho él mismo y los guarda en PDF sin despeinarse. Es compatible con Windows y con Linux. Y encima es gratis.

Método para maquetar tu libro en Word, cuando crees que es una «misión imposible» (2025)

(3)  Scrivener 💲 🇪🇸 🇬🇧

Scrivener no es un procesador de texto, es una central nuclear para escritores que se lo toman en serio. O sea, si estás escribiendo un tuit largo, esto no es para ti. Pero si estás construyendo una novela, un ensayo, un guion, o simplemente te gusta tener cada cosa en su sitio y poder saltar del capítulo 3 al 22 sin perderte… esto es el santo grial.

Organiza todo como si fueras el director de una película con TOC. Capítulos, notas, carpetas, subcarpetas, fichas de personajes, un corcho virtual con chinchetas digitales, vistas divididas para comparar versiones o tener referencias a mano. NO en vano lo llaman el “IDE de los escritores” . Es como tener un Visual Studio Code, pero para historias en vez de código.

Y luego está lo de exportar. Que si EPUB para autopublicar, que si PDF para imprimir, que si DOCX para mandárselo a tu editor con ínfulas. Y todo desde el mismo sitio, sin tener que estar copiando y pegando como un desgraciado.

Eso sí, no es gratis. Pero si te dedicas en serio a escribir, no es un gasto, es una inversión. Como el que se compra buenos cuchillos si cocina todos los días.

(4)  Ulysses (solo Mac/iOS)💲🇬🇧

Ulysses es ese tipo elegante que entra a un café con su Macbook y parece que va a escribir la próxima novela ganadora del Premio Planeta. Minimalista a más no poder, pero sin quedarse corto en músculo. Escribir en Ulysses es como escribir en una hoja en blanco donde no hay nada que te distraiga, ni iconitos, ni menús desplegables, ni tonterías. Solo tú, tus palabras y una interfaz que parece diseñada por monjes zen con un máster en diseño suizo.

¿Lo mejor? Todo se sincroniza en iCloud. Puedes empezar un texto en tu iPad tirado en la cama y terminarlo en el Mac mientras finges trabajar en una cafetería. Y cuando terminas, lo exportas como PDF, HTML, ePub, DOCX… lo que te pida el cuerpo (o el cliente). Y todo con un acabado que parece que has pasado horas maquetando, cuando en realidad estabas en modo flow con un café frío al lado.

Eso sí, tampoco es gratis y tienes que dominar algo de inglés básico. Va por suscripción, mensual o anual. Pero si escribes mucho y estás en el ecosistema Apple, es una gozada que merece cada euro.

(5)  Google Docs 🆓🇪🇸

Google Docs es el colega que siempre está disponible, no importa dónde estés ni qué bicho raro estés usando como ordenador. ¿Tu portátil se murió? ¿Se lo comió el perro? ¿Te lo robaron en el metro? Da igual. Todo sigue vivo en la nube. Escribir con Google Docs es como tatuarte el texto en el cielo, no se borra ni con tormenta.

Y si tienes que escribir algo entre varios, ni lo pienses. No hay herramienta mejor. Editas tú, edita tu socio, edita tu ex (si te va el masoquismo), y todo se guarda en tiempo real. Sin líos, sin versiones conflictivas, sin que alguien te mande un archivo llamado “definitivo_FINAL_último_VF_REAL2025.docx”.

¿Tiene menos funciones que Word? Sí. ¿Le importa a alguien que quiera simplemente escribir sin hacer una tesis en tipografía avanzada? No. Google Docs es más que suficiente para la mayoría: escribe, corrige, colabora, exporta a PDF o Word, y listo.

Cómo escribir un libro usando Google Docs

(6)  iA Writer💲🇪🇸 

iA Writer es como ese retiro espiritual donde vas a encontrarte contigo mismo… pero con un teclado. Es super intuitivo. Nada de barras de herramientas con 400 iconos que no sabes para qué sirven. Aquí entras, escribes y sales. Punto.

Funciona con Markdown, lo que significa que mientras otros andan peleándose con estilos y formatos, tú estás escribiendo a la velocidad de la luz y organizando títulos, negritas y listas con símbolos sencillos como si fueras un hacker de las palabras. Además tiene una tipografía preciosa, un fondo que no molesta y un enfoque que te dice: “Ey, tú viniste a escribir, no a diseñar una revista.”

Ideal para escritores, bloggers, y cualquier humano que no necesite ver cada botón del universo en pantalla para sentirse productivo. Guarda todo en texto plano, así que es ligero como una pluma y compatible con todo lo que respire.

(7)  ZenWriter💲🇬🇧

ZenWriter es como meterte en una cueva insonorizada y empezar a escribir como si el mundo no existiera. Pantalla completa, sin menús, sin notificaciones, sin el bendito correíto que suena cuando estás por escribir algo brillante. Aquí todo es calma, foco, y si quieres, hasta con música suave de fondo que te acaricia el lóbulo frontal mientras sacas frases con alma. Su nombre lo dice todo.

No esperes que te organice capítulos, te enlace escenas o te monte un libro listo para publicar. Esto no es Scrivener. Pero tampoco es Word con su menú interminable de funciones que jamás usarás. Es otra cosa. ZenWriter es el lugar al que vas cuando tu único objetivo es escribir y no pensar en nada más.

¿Necesitas inspiración? Aquí la encuentras. ¿Quieres corregir? Te vas a otro programa. Aquí solo se viene a lo que se viene: a escribir sin que nadie te moleste.

(8)  yWriter 7 🆓 🇬🇧 🇪🇸 

yWriter es como ese asistente que no escribe por ti, pero te organiza la vida cuando decides lanzarte a escribir una novela de verdad, con sus tramas, personajes, giros locos y capítulos que no sabes ni dónde empiezan ni dónde acaban.

Es gratis, sí, pero eso no significa que sea una chapuza. Al contrario. Está pensado por y para escritores que quieren estructura, que necesitan ver todo su universo narrativo dividido en escenas, con fichas de personajes, ubicaciones y eventos. Todo ordenado para que no acabes con un Word de 800 páginas que se cuelga cuando intentas mover un párrafo.

No es bonito, no es elegante y no te va a dar palmaditas en la espalda. Pero es eficaz. Si te importa más el contenido que la forma, yWriter te da las herramientas para montar tu historia como un arquitecto de letras.

(9)  Fictionary💲🇬🇧 

Fictionary no es para empezar, es para terminar como Dios manda. Es ese editor exigente que te dice “esto sobra, esto falta, este personaje aparece y desaparece como si fuera un fantasma”. Y tú lo odias… pero lo necesitas.

Porque Fictionary no te ayuda a escribir, te ayuda a reescribir, que es donde se cuece el guiso de verdad. Analiza tu historia entera, capítulo a capítulo, escena a escena. Revisa ritmo, coherencia, desarrollo de personajes, tensión narrativa… como un cirujano de la estructura. Si algo está flojo, te lo dice. Si una escena no aporta, te lo señala. Y si tu protagonista cambia de personalidad cada dos capítulos, te lo escupe en la cara.

Es ideal cuando ya tienes un primer borrador y te estás preguntando “¿esto tiene sentido?”

(10)  SeaTable💲🇬🇧 

SeaTable es el Excel que se fue de Erasmus, probó de todo y volvió convertido en un sistema de organización creativa. Es una tabla, sí, pero una tabla ultrapotenciada. Aquí no solo apuntas cosas: las cruzas, las conectas, les pones etiquetas, relaciones, estados… Es como tener un mini CRM pero en vez de clientes, tienes personajes, tramas, escenas y todas esas movidas que hacen que una historia no se te desmonte como Ikea sin instrucciones.

¿Y lo mejor? Tiene una versión gratis. Puedes montarte una base de datos donde cada escena tenga su estado (planificada, escrita, revisada), cada personaje su evolución, y cada subtrama su propia línea del tiempo. Ideal si eres de los que necesitan ver todo el esqueleto antes de ponerse a escribir sin que nada se les escape.

Perfecto para los maniáticos del orden. Y si no eres maniático, lo mismo te convierte en uno.

(11)  Novelist 🆓 🇬🇧 🇪🇸 

Novelist es esa joyita que llevas en el bolsillo y que no sabías que podía reemplazar medio escritorio. Gratis, sin anuncios (sí, en serio), y diseñada específicamente para escritores con ideas grandes y bolsillos pequeños. Está en Google Play, AppStore y en la web.

Te permite planificar tramas, personajes, ubicaciones y escenas. Todo desde el móvil o la tablet y ahora incluso desde tu escritorio. Nada de andar con libretas o notas perdidas por WhatsApp. Aquí tienes una interfaz que, sin ser la NASA, cumple de sobra para escribir en serio desde cualquier parte: el metro, la cama, el baño (sí, también, no lo niegues).

Puedes organizar capítulos, escribir directamente, exportar lo que haces y seguir puliendo después en el PC. Ideal si eres de los que no esperan estar sentados frente al escritorio con la vela encendida para ponerse a escribir.

(12)  Hemingway Editor 🆓💲🇬🇧

Hemingway Editor es como ese profe de lengua que te caía mal porque te tachaba todo… pero luego, años después, te dabas cuenta de que tenía razón. No es un procesador de texto, es más bien un detector de basura literaria. Tú escribes y él te dice: “esto es muy enrevesado, esto no se entiende, aquí te pasaste”.

Colorea frases largas, pasivas, adverbios débiles y otros vicios que hacen que tu texto suene como un político en campaña. Sirve para quitarle grasa al texto y dejarlo afilado como cuchillo de carnicero.

No te dice cómo arreglar las cosas, pero te muestra exactamente dónde están los errores escondidos. Y lo hace rápido, sin dramas y sin venderte una suscripción premium con cara de IA empática.

(13)  LyX 🆓 🇪🇸 

LyX es como tener un sastre profesional que te dice “tú solo elige la tela y yo me encargo de que parezca un traje de gala”. Es una interfaz gráfica encima de LaTeX, ese sistema amado por matemáticos, científicos y gente que no teme a la lógica alemana para que sus documentos parezcan hechos por un dios tipográfico.

La gracia es que tú no te matas con comandos raros ni símbolos que parecen sacados de un hechizo de Harry Potter. Tú escribes, y LyX se encarga del resto: formato perfecto, márgenes impecables, títulos con estilo, y lo mejor… ecuaciones matemáticas que no dan ganas de llorar. El PDF que sale parece que lo ha maquetado una editorial seria, no tú con resaca en casa.

Perfecto para manuales, libros técnicos, tesis, o cualquier cosa que necesite verse seria, sobria y bien presentada. Y sin pelearte con Word porque moviste una imagen y te descuajeringó todo el documento.

(14)  Citavi 🆓💲🇬🇧

Citavi es como ese bibliotecario sabio que no solo te encuentra el libro exacto que necesitas, sino que también te lo marca, te hace el resumen y te pone la cita bien bonita al estilo APA, MLA o lo que sea que te pida ese profesor con alma de dictador.

Está hecho para investigadores, estudiantes y todo ser humano que necesite no volverse loco organizando referencias, citas y fuentes. Tiene interfaz en español, un plugin que se lleva de maravilla con Word y LibreOffice, y te permite buscar en catálogos de bibliotecas como si fueras un hacker del conocimiento.

Puedes guardar PDFs, resaltar frases, anotar, etiquetar, y cuando llega la hora de citar, solo arrastras y suelta. ¡Zas! Magia académica sin sudar. Y lo mejor: todo queda organizado y a salvo para que no termines con diez documentos Word distintos y ninguno con la bibliografía bien hecha.

(15)  Miro 🆓💲🇪🇸 

Miro no es para escribir, es para pensar. Es tu pared llena de post-its, pero sin que se caigan con el ventilador. Un lienzo infinito donde puedes soltar ideas, moverlas, conectarlas y pegarles colores como si fueras un diseñador de cerebros.

Ideal si eres de los que necesita ver el mapa antes de entrar en la selva. Puedes hacer esquemas, cronogramas, mapas mentales, flujos de personajes, estructuras narrativas… todo con una facilidad que da gusto. Y sí, funciona en equipo. Así que si estás armando un proyecto a cuatro manos, todos pueden colaborar en tiempo real sin estarse mandando capturas por WhatsApp como cavernícolas.

No es textual, pero si no visualizas primero lo que vas a escribir, lo más probable es que acabes perdido en tu propio cuento. Miro te da claridad, foco y espacio infinito para idear sin límites.

(16)  Grammarly 🆓💲🇬🇧 

Grammarly es como ese amigo que habla inglés mejor que tú y no tiene miedo en corregirte cada vez que abres la boca. No es perfecto, pero es tu salvavidas si escribes en inglés y no quieres sonar como si hubieras aprendido viendo series pirata con subtítulos malos.

Te corrige ortografía, gramática, estilo, te sugiere sinónimos, te dice si estás repitiendo más que un cuñado en Navidad… todo eso en tiempo real. Ideal para correos, artículos, ensayos, o cualquier cosa que no quieras que parezca escrita por Google Translate.

¿En español? Mmm… ahí flojea. No es su terreno. Pero si escribes en bilingüe, haces contenido para redes, marketing o estás armando un texto serio en inglés, Grammarly es como tener un editor que no duerme y no cobra por hora.

Headlime, Jasper AI, Book Wizard AI, Squibler … 

Estos programas con IA tipo Headlime, Jasper AI, Book Wizard AI, Squibler y compañía… son como ese colega que siempre tiene ideas, aunque algunas no tengan ni pies ni cabeza. Por el momento se encuentran en inglés. Si dominas algo ese idioma, te ayudarán mucho cuando estés bloqueado, te sueltan un título sugerente, un párrafo que parece sacado de un anuncio de cremas o una sinopsis que suena mejor que tu idea original (aunque no tenga nada que ver).

Sirven, claro que sirven. Son rápidos, te dan material en segundos y a veces te desbloquean la cabeza con una sugerencia que no se te hubiera ocurrido ni después de dos cafés y una caminata por el pasillo. Pero —y aquí viene el pero con mayúsculas— no te lo tomes como verdad divina. No son Shakespeare reencarnado ni Borges con wifi. Son ayudantes. No autores.

Úsalos como chispa, como gasolina creativa. Pero luego mete mano, edita, da forma, reescribe y asegúrate de que la historia siga sonando a ti, no a una tostadora con ambiciones literarias.

¿Cuál elegir según mi perfil de escritor?

Elegir con qué herramienta vas a escribir tu libro es como elegir en qué silla te vas a sentar durante los próximos seis meses. No tiene que ser la más cara, ni la más bonita. Tiene que ser la que no te deje el trasero cuadrado. Así de simple. Y cada trasero es un mundo, igual que cada escritor.

Si eres de los que escriben todos los días, lo tuyo seguramente empieza en Word o en LibreOffice. Clásico, cómodo, sin florituras. Escribes, corriges, exportas en PDF y a correr. Pero si luego te da por ponerte serio con la estructura, puedes importar todo en Scrivener o echarle un ojo a Fictionary, que te pone las piezas del puzzle en orden sin que tengas que sudar tinta.

Ahora, si eres de los que escribe como un arqueólogo, con cientos de notas, fichas de personajes, mapas mentales y hasta genealogías de apellidos inventados, no te vale con un folio en blanco. Tú necesitas Scrivener, o mejor aún, Citavi. Porque no solo escribes, tú investigas, planificas, te haces un croquis del alma de tus personajes. Y ahí, necesitas que el software no solo te siga el ritmo, sino que te lo marque.

En cambio, si eres de los que huye del desorden digital, amante del minimalismo, fan de escribir desde el móvil mientras esperas el bus o desde el iPad con una taza de té al lado, lo tuyo se llama Ulysses si usas Apple. Si no, iA Writer o ZenWriter también sirven. Y si andas por Android, Novelist es una joyita escondida que hace más de lo que aparenta.

¿Que no quieres pagar un duro pero tampoco quieres que tu manuscrito parezca escrito en una piedra? Entonces te montas un combo matador con LibreOffice, el corrector Hemingway (que te dice si escribes como Góngora o como un político), y SeaTable para organizar tus escenas como si fueses el guionista de una serie de Netflix.

Ahora, si lo tuyo es el mundo técnico o académico, con sus normas APA, IEEE y esas fórmulas que parecen más acertijos que textos, LyX combinado con Citavi es lo más cerca que estarás de tener un superpoder. Escribes como quien diseña una nave espacial y el resultado es tan limpio que hasta un tribunal universitario se emociona.

Y si algún día te quedas con la mente más en blanco que la hoja que tienes enfrente, no llores. Jasper, Aheadmind o Book Wizard AI no te van a escribir el Quijote, pero sí te dan una buena patada en la inspiración. A veces lo único que necesitas es una chispa, aunque venga de un robot.

La verdad es esta:

El programa que te salve la vida no existe. Lo que existe eres tú: sentado, dándole a escribir y editar. Las herramientas solo amplían tu poder, no lo sustituyen.

Escribir y editar un libro no es cuestión de inspiración ni de software milagroso. Es rabia, horas sentado, leerse en voz alta como un chiflado, odiarte y adorarte al mismo tiempo. Que te miren como a un desquiciado del teclado. Pero al final, cuando ves tu libro publicado, es tuyo, tapas muchas bocas y sabes que valió la pena.

Si estás en ese castigo maravilloso de escribir algo, no pares. Sigue adelante aunque te duelan los dedos de tanto teclear. Mañana estarás orgulloso.

Si tienes alguna duda, pregúntameESTOY. No hay preguntas tontas cuando lo que quieres es avanzar. Estoy aquí para echarte un cable, no para que te vayas con la cabeza hecha un lío. Así que mejor preguntar que quedarse con la espinita clavada pensando “ya lo buscaré después”... porque ese “después” suele ser nunca. Preguntar es gratis. Quedarte con la duda… eso sí que sale caro.