La página de derechos de autor en tu libro: qué es, para qué sirve y cómo hacerla bien
Cuando un autor termina su libro, suele pensar que lo importante ya está hecho. El texto está listo, la portada luce bien, el archivo sube sin errores… y se publica.
Sin embargo, hay una página pequeña, discreta y casi invisible que muchos pasan por alto y que dice mucho más de ti como autor de lo que imaginas: la página de derechos de autor. No es una formalidad menor. Es una declaración clara de propiedad, profesionalismo y respeto por tu obra.
¿Qué es exactamente la página de derechos de autor?
Es la página que suele aparecer justo después de la portada o de la página de título y que informa, de forma clara, quién es el titular de los derechos del libro y qué usos están permitidos o prohibidos.
Dicho de forma sencilla: es donde afirmas que ese libro es tuyo.
Aunque en la mayoría de los países el derecho de autor nace automáticamente al crear la obra, dejarlo explícito por escrito sigue siendo una buena práctica editorial, especialmente en autopublicación.
¿Es obligatoria para publicar en Amazon u otras plataformas?
No es obligatoria desde el punto de vista técnico. Amazon KDP, por ejemplo, no te exige una página de copyright para publicar.
Pero aquí viene la diferencia entre publicar y publicar bien.
Un libro sin página de derechos no es ilegal, pero sí transmite improvisación. Y cuando alguien descarga, compra o revisa tu libro —incluido Amazon—, cada detalle cuenta.
Qué debe incluir como mínimo una página de derechos
Si quieres hacerlo simple y correcto, hay tres elementos que no deberían faltar:
El símbolo de copyright o el aviso de derechos Ejemplo: © 2026 Nombre del autor
La fórmula de reserva de derechos Algo tan claro como: “Todos los derechos reservados.”
Una breve nota de uso Indicando que no puede reproducirse total o parcialmente sin autorización.
Con eso ya tienes una base sólida y perfectamente válida.
Elementos opcionales que elevan el nivel profesional
Aquí es donde muchos autores pueden marcar la diferencia:
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- ISBN, si tu libro lo tiene
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- Nombre del ilustrador o colaboradores
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- Edición y año de publicación
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- Web del autor o medio de contacto
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- Advertencias o disclaimers, si el contenido lo requiere
No es cuestión de llenar la página por llenar, sino de ordenar la información como lo haría una editorial profesional.
Un error común: copiar textos legales sin entenderlos
Uno de los fallos más habituales es copiar una página de copyright de otro libro, en otro idioma o con términos legales que el autor no comprende.
Eso puede generar confusión o incluso contradicciones con tu propia publicación.
La regla es sencilla: 👉 usa textos claros, simples y coherentes con tu obra. No necesitas sonar como un abogado. Necesitas sonar como el dueño legítimo de tu libro.
¿Y en libros infantiles?
En libros infantiles esta página cobra aún más importancia.
¿Por qué?
Porque suelen incluir ilustraciones (derechos compartidos o cedidos. Son contenidos muy susceptibles de copia. A menudo circulan en entornos educativos.
Una página de derechos bien redactada protege tanto al autor como al ilustrador y deja claro qué se puede y qué no se puede hacer con el contenido. La página de derechos de autor no vende libros, pero protege tu trabajo, refuerza tu imagen profesional y evita problemas innecesarios.
Es pequeña.
No ocupa espacio.
No cuesta dinero.
Pero dice mucho de ti como autor. Si vas a autopublicar, no la saltes. Publícalo todo… incluso lo que casi nadie mira.














