Jordi Sierra i Fabra: talento, pasión y 500 libros después

Jordi Sierra i Fabra

Si alguien dice que escribir más de 500 libros es imposible, Jordi Sierra i Fabra probablemente reiría para sus adentros y continuaría escribiendo otros dos capítulos.

Nacido en Barcelona en 1947, este hombre ha hecho de la palabra escrita su vida, pero no porque tenga algún título pomposo o una larga lista de cursos literarios. No, Jordi es un autodidacta puro, el tipo de escritor que dejó claro desde el principio que la pasión y la disciplina pueden vencer cualquier obstáculo.

La verdad oculta

De niño, Jordi ya era un contador de historias en potencia. A los ocho años empezó a escribir, y para los doce ya había terminado una novela de 500 páginas. Sí, mientras otros jugaban con trompos, él estaba inventando mundos en papel. Lo curioso es que no creció en una familia de literatos ni tuvo mentores que lo impulsaran. Solo le encantaba escribir, punto.

En la década de 1960, Sierra i Fabra inició su carrera profesional en el ámbito musical. Fue miembro fundador y colaborador de «El Gran Musical» de la Cadena SER y trabajó en Radio Barcelona. Además, fundó y dirigió revistas influyentes como «Disco Express» y «Popular 1». Su labor como periodista musical le permitió combinar sus dos grandes pasiones: la música y la escritura.

Entonces llegó el punto de inflexión: 1978. Jordi fue finalista del Premio Planeta con su novela En Canarias se ha puesto el sol. Eso le confirmó lo que ya sospechaba: lo suyo no era solo escribir sobre música, sino crear mundos, historias y personajes. Y desde ahí no paró. Cambió el rock por la literatura y, como él mismo diría, fue una de las mejores decisiones de su vida.

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Lo que hace especial a Jordi no es solo la cantidad bestial de libros que ha escrito, sino la diversidad. Ha tocado todos los géneros: novela histórica, ciencia ficción, literatura juvenil, e incluso cuentos para niños. Ah, y por si fuera poco, sus obras han sido traducidas a más de 30 idiomas. Así, como quien no quiere la cosa, este hombre ha llegado a millones de lectores en todo el mundo. Buscar su nombre en Amazon es encontrarse con decenas y decenas de publicaciones.

Pero no todo es fama y premios (que, por cierto, tiene montones). Jordi también ha dedicado buena parte de su vida a apoyar a jóvenes escritores. Fundó la Fundación Jordi Sierra i Fabra en Barcelona y otra en Medellín, Colombia. ¿Su objetivo? Enseñar a los más jóvenes que la literatura no es un lujo, sino una herramienta para expresarse y cambiar el mundo.

Aguas azules para una batalla

¿Su secreto? Pasión y disciplina. Jordi escribe todos los días, sin excusas, sin esperar a que las musas lleguen de vacaciones. Y ese es probablemente el mejor consejo que podría dar: si amas algo, hazlo. Hazlo mucho, hazlo siempre, y deja que los demás digan lo que quieran.

La historia de Jordi Sierra i Fabra no es solo la de un escritor prolífico, es la de alguien que demostró que la educación formal es solo una herramienta más, pero no el único camino. Su vida es un recordatorio de que el talento, combinado con una ética de trabajo brutal, puede llevarte más lejos de lo que alguna vez soñaste. Y si no me crees, solo echa un vistazo a su bibliografía. O mejor aún, intenta seguirle el ritmo.

Javier Carbaial

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