Si tienes un libro en el cajón o en tu ordenador y sueñas con autopublicarlo y convertirlo en el próximo bestseller, una buena idea es protegerlo. Porque si mañana alguien se apropia de tu historia, ni las lágrimas ni las quejas te van a salvar de una buena dosis de frustración. Entonces a veces es mejor tomar algunas precauciones. Y aquí es donde entra esa empresa llamada Safe Creative. Ojo, no recibo comisión alguna por este artículo.
Safe Creative es una plataforma que, a diferencia de otras soluciones, no te pide más papeles que los de tu obra. Sin burocracias ni oficinas. Tú subes tu archivo, ellos te registran, y tu libro queda oficialmente protegido. ¿Fácil? Como quitarle un dulce a un niño… aunque con un poquito más de ética, claro.
Ahora bien, ¿qué te da realmente registrar tu libro en Safe Creative? Pues una cosa muy simple: pruebas. Si algún listillo intenta plagiar tu obra, tienes en tus manos un certificado con fecha y hora que dice «esto es mío, y tengo cómo demostrarlo». Y no es solo un papelito bonito, es una prueba reconocida en muchos países, gracias al Convenio de Berna.
¿Cómo se hace esto del registro?
Primero, te registras en su página. Y no te asustes, que crear una cuenta aquí super fácil. Luego, preparas tu archivo, normalmente un PDF o Word con tu obra completa. El siguiente paso es tan intuitivo que hasta tu abuela podría hacerlo: subes el archivo, rellenas un par de datos (título, descripción, tipo de licencia) y listo. ¡Ya está! Tu libro queda protegido.
Ah, y si te preocupa el tema de los derechos, Safe Creative no te los quita ni te pide exclusividad. Tú decides: «todos los derechos reservados» o licencias más flexibles, como las de Creative Commons. Es tu obra, y tú mandas.
¿Y cuánto cuesta esto?
Aquí está la clave: depende. Si vas por la opción gratuita, registras tu libro, pero no te dan el certificado. Esto es como ir a una boda sin traje: técnicamente estás, pero no vas como deberías. Si quieres el certificado y un servicio más robusto, hablamos de unos 15 euros por obra. Un precio ridículo si lo comparas con el problema que te ahorras.
Luego están los planes premium. Si eres un autor en serie que publica libros como quien prepara cafés, te convienen más. Por un pago anual tienes registros ilimitados, certificaciones y una serie de ventajas que son pura tranquilidad.
Además de protegerte de plagios y malos ratos, Safe Creative tiene otro puntazo: no se limita a un país. Tu obra queda protegida a nivel mundial. Es como un guardaespaldas global que no duerme ni descansa.
Por si fuera poco, también puedes incluir coautores, en caso de que tu libro sea un proyecto compartido. Es decir, tú decides cuántos pastelitos reparte cada uno.
Pero, ojo: Aunque Safe Creative es muy útil, tampoco es una varita mágica. Si vas a distribuir tu libro a gran escala, quizá quieras registrarlo también en una oficina oficial de derechos de autor de tu país.
Así que, si tienes un libro, te preocupa que alguien se apropie de tu trabajo y todavía no lo has protegido, deja de procrastinar. Regístralo. Protégete. No dejes que nadie venga a robártelo después de todo el esfuerzo que le has metido. Que nadie se quede con lo que es tuyo.
Eso sí, déjame aclararte algo: registrar tu libro no es obligatorio. La ley ya reconoce que, en el momento en que escribes algo, eres su autor. Pero seamos realistas, confiar únicamente en eso es como dejar la puerta de tu casa sin cerrar porque “nadie debería entrar”. El registro no es una exigencia legal, pero sí una garantía. Es una forma práctica y contundente de evitar problemas si alguien intenta aprovecharse de tu trabajo. Así que, más que obligatorio, es algo inteligente.
P.D. Mira, a veces no damos el paso porque pensamos que no hace falta o que nunca nos va a pasar. Pero el mundo está lleno de gente que cree que todo lo que encuentra está a la venta, incluido tu esfuerzo. Así que deja de pensarlo y hazlo. Registra tu libro hoy. Tu yo del futuro te lo va a agradecer.