¡Ya eres escritora! ¡Ya eres escritor! Porque escribir es un acto de verdad, no de permiso

Hay una frase que se repite en silencio en la cabeza de muchos autores:

“Algún día voy a ser escritor…”

Y esa frase es una trampa.

Porque te hace creer que ser escritor depende de algo externo:

Un libro publicado
Un contrato con una editorial
Un diploma
Una validación ajena

Pero la verdad es otra.

Escribir es lo que te convierte en escritor. Punto.

No necesitas permiso de nadie

Tampoco necesitas la factura de una editorial ni 30 cajas de libros en el living de tu casa juntando tierra.

Si alguna vez escribiste desde lo profundo, si alguna vez te desvelaste corrigiendo un párrafo, si alguna vez sentiste que lo que llevabas dentro tenía que ser dicho…

Entonces ya formas parte del club. ¡Bienvenido! Pese a quien le pese.

El club silencioso, valiente, invisible… de los que escriben aunque nadie los vea. Y en un mundo que celebra lo inmediato, lo viral y lo superficial, escribir sigue siendo un acto de resistencia, de arte y de fe.

Ya eres escritor, pero quizás el mundo aún no lo sabe

Y ahí está el punto. No se trata de convertirte en escritor. Se trata de mostrarle al mundo que ya lo eres.

¿Y cómo se hace eso?

Publicando.
Compartiendo tu obra.
Dándole forma visible a lo que ya es real por dentro.

No para buscar aprobación, sino para permitir que tus palabras circulen, toquen, inspiren, despierten.

Porque publicar no es solo un trámite. Es un acto de afirmación. Es poner la carne en el asador. Publicar tu libro no es solo convertirlo en archivo PDF y subirlo a Amazon.

Es mirar al espejo y decirte:

“Mi historia merece estar allá afuera.
Mis palabras importan.
No tengo que esperar más.”

Y créeme: el día que veas tu libro publicado, no será solo un logro técnico. Será un antes y un después. Una puerta que se abre. Una conversación que empieza.

¿Y si hoy fuera ese primer paso?

Si estás leyendo esto y sientes un cosquilleo en el estómago… es porque ya lo sabes. El momento no es mañana. Es hoy. No necesitas más excusas, más permisos, ni más años de espera.

Solo necesitas una decisión. Y si has leído hasta aquí, me temo que llevas bastante tiempo con ese dilema. Solo tú puedes salirte.

Y si lo que te frena es no saber cómo hacerlo, yo tengo gran parte del recorrido trazado para ti. Porque yo mismo lo viví en carne propia.

 Dar ese paso en el que te pongas las pilas de verdad, dejes la zona de confort esa de esperar «a ver si algún día sucede»….