El error que cometen el 90% de los escritores independientes (y cómo evitarlo con 3€ al mes)

Llevas años escribiendo. Tienes talento, voz y ganas, haz publicado en Amazon, pero… nadie te encuentra. O peor aún: te encuentran en redes sociales, en LinkedIn, en Instagram tienes más de 500 seguidores pero sigues sin vender ni un libro. ¿Qué puede estar sucediendo?

Tal vez te falte el toque mágico que da más fuerza a tu marca como escritor: tu propio sitio web.

Un sitio web propio no es un lujo, ni algo “para más adelante”, ni un capricho de diseñador gráfico. Es tu casa. Es donde mandas tú. Es el lugar donde cuentas quién eres, qué haces y por qué deberías estar escribiendo para editoriales, revistas, marcas o quien sea que necesite un buen texto. Sin filtros. Sin algoritmos. Sin tener que suplicar atención.

No es una casualidad que ningún escritor con ventas posea su propio .com. Saben que es necesario. Revisa un poco internet y verás que ninguna editorial que se precie promociona a un autor sin su propio sitio web. 

Tener una web propia, aunque sea una sola página, es como tener un escaparate abierto 24/7. Es donde enseñas tu trabajo, explicas tu estilo, subes artículos y dices: “Ey, aquí estoy, y sé lo que hago”. ¿Y sabes qué pasa cuando haces eso? Que empieza a llegar gente. Lectores, sí. Pero también clientes. 

Porque cuando ven que tienes una web, que está bien montada, rápida, clara, con tu nombre en el dominio y sin anuncios de casinos online… entienden que vas en serio. Y confiar en alguien que va en serio es mucho más fácil.

Ahora bien, hay algo que nadie te dice: todo eso se va por un agujero negro si eliges mal el hosting. Si tu web tarda en cargar, si da errores, si la ves caída justo cuando te están buscando, es como invitar a alguien a tu casa y recibirlo con goteras, cucarachas y olor a humedad.

Hostings hay muchos. De todos los colores, sabores y precios. Desde los que parecen gratis pero te meten anuncios hasta en el DNI, hasta los que te cobran como si fueras a montar Netflix y lo único que quieres es una página sencilla para mostrar tus textos. Hay algunos que prometen mucho y luego se caen más que un borracho con tacones. Otros que van bien al principio y después te dejan tirado justo cuando empiezas a tener tráfico. Y muchos, muchísimos, que tienen soporte técnico que parece un bot con resaca.

Y a la hora de montar un sitio web, necesitas un buen hosting.

Y si me preguntas qué hosting recomiendo, pues solo uno, el que uso yo: Hostinger. Porque sí, seguramente podría ahorrarme un euro y elegir otro. Pero te explico rápido porqué no lo cambio por nada.

Pasé por varios servicios de hosting a lo largo de los años. Unos que al principio parecían una maravilla y al mes ya me tenían con el alma en vilo. Otros que costaban un dineral y ni siquiera te daban soporte decente cuando lo necesitabas. Uno incluso me dejó colgado justo el día que lancé mi mejor artículo. La gente entrando a leer… y la web caída. Maravilloso.

Fue la gota que derramó el vaso. Justo en ese momento fue la época que conocí a Romuald Fons, sí el de BIG SEO y él me recomendó Hostinger. Y si lo recomendaba Romuald Fons, no me lo pensé dos veces. 

Ya han pasado 5 años de eso y, te lo digo sin rodeos, no me vuelvo a cambiar. No es que sea perfecto —nada lo es—, pero me da todo lo que necesito: velocidad, estabilidad, soporte rápido y precios que no me hacen llorar cada vez que llega la factura. Es de las pocas decisiones técnicas que tomé en mi negocio que no tuve que revisar más.

Hostinger te da hosting rápido, con un panel de control sencillo (ideal si no tienes ni idea de sistemas), con soporte 24/7 por chat, dominio gratis, seguridad SSL, copias de seguridad, y todo por menos de lo que te cuesta una cerveza en una terraza. Literal. Y si no sabes diseñar, ni escribir código, ni montar una web, no pasa nada: tienen un constructor con inteligencia artificial que te hace el trabajo en minutos. Solo respondes unas preguntas y pum, web lista. Luego la personalizas, subes tus textos y listo. Así de fácil. Ya tienes tu web de autor.

¿Y el SEO? El posicionamiento en Google, ese que todos nombran pero pocos entienden, también está cuidado. Porque Hostinger es rápido, seguro y estable. Y eso es lo que Google premia. Así que no solo tendrás una web bonita y tuya. Tendrás una web que la gente puede encontrar.

Además, Hostinger no es el nuevo de la clase. Lleva años creciendo, tiene presencia global, tecnología moderna y un enfoque brutal en hacer las cosas bien. No es caro, no es complicado y no es para frikis. Es justo lo que necesitas si quieres que tu trabajo como escritor empiece a verse como un negocio de verdad, y no como un pasatiempo invisible.

Si eres escritor independiente y no tienes una web, estás perdiendo oportunidades cada día. Y si tienes una web pero el hosting es espantoso, lo mismo. Se puede comenzar con menos de 3 euros al mes con Hostinger, y con eso entras en otra liga. La liga de los que se toman en serio lo que hacen.

P.D. Si llevas meses diciendo “tengo que montar mi web” y no lo haces, te lo digo sin más vueltas: el problema no es el tiempo ni el dinero. El problema es que no lo tienes como prioridad. Y si tú no priorizas tu trabajo, ¿quién lo va a hacer?

Hay planes desde Desde 2,59 €/mes + 3 meses extra

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¡Si no tienes web es porque no quieres!