Cómo convertir mi libro físico en audiolibro

Convertir un libro físico en un audiolibro es un proceso que requiere algo de esfuerzo, pero tampoco es que tengas que reinventar la rueda. Lo primero es entender que no basta con leer el texto. Aquí no se trata de que suenes como la grabación de una centralita telefónica. Para que un audiolibro enganche, hace falta algo más: la voz tiene que transmitir emoción, crear un ambiente. Y si no, lo que tendrás es una cura de sueño para tus oyentes.

Lo ideal es que te hagas esta pregunta: ¿Quién debería narrarlo? Aquí entran varias opciones que dependen de tu presupuesto y tus ganas (o no) de complicarte la vida. La opción tradicional es contratar a un narrador profesional, una voz que sepa darle vida a tu libro.

Aquí es donde plataformas como Fiverr te salvan el pellejo. Puedes encontrar narradores de todo tipo y para todos los bolsillos. Los hay desde los más amateurs hasta verdaderos artistas de la voz. Asegúrate de pedir muestras antes de lanzarte a pagarle a alguien, porque lo que escuchas en su perfil no siempre es lo que obtienes. En cualquier caso, en Fiverr puedes conseguir buenas voces sin que te cueste un riñón.

Otra alternativa, si eres de esas personas que quieren probarlo todo, es narrarlo tú mismo. Pero no te emociones. No porque escribiste el libro significa que eres el mejor para leerlo. Aunque si lo haces, invierte en un buen micrófono como el Audio-Technica AT2020, que da un sonido nítido sin dejarte en la ruina. Y recuerda: grabar en un ambiente controlado es clave. Nada de ruido de fondo ni ecos, porque eso espanta a la gente. No queremos perros ladrando.

Y ahora viene lo interesante: la inteligencia artificial. Esta opción está pegando fuerte y cada vez más autores la están usando para convertir sus libros en audiolibros sin tocar un micrófono. Existen herramientas como Descript o Play.ht, que generan voces bastante naturales con IA.

Si no tienes dinero para pagar un narrador o tiempo para grabarlo tú mismo, esta opción te puede salvar. Lo bueno es que puedes elegir el estilo de voz, ajustarlo para que suene más natural o darle el tono que quieres. Lo malo es que, por muy buenas que sean, todavía no son perfectas. Les falta esa chispa, ese algo que te da una voz humana, pero van mejorando a pasos agigantados. Y si tienes prisa o un presupuesto limitado, puede ser una opción a tener en cuenta.

Ahora, volviendo a lo técnico. Si te decides por grabar el audiolibro tú mismo (o con un narrador de carne y hueso), necesitas un software para editar el audio. Aquí te recomiendo Audacity, un programa gratuito pero potente para editar, cortar silencios, y ajustar el volumen. Hay otros más sofisticados como Adobe Audition, pero si apenas estás empezando, con Audacity vas sobrado.

Una vez que tengas las grabaciones listas, editadas y limpias, tienes que pensar en el formato final del audio. Audible, que es la plataforma más grande de audiolibros, tiene requisitos muy específicos. Quieren archivos en MP3 de alta calidad (192 kbps) y en estéreo, además de que el volumen debe estar dentro de ciertos parámetros. Así que asegúrate de seguir esas reglas para que no te rechacen el audiolibro por algún detallito técnico.

Luego, te toca distribuir tu audiolibro. Lo lógico es que esté disponible en Audible, pero no te quedes ahí. Hay plataformas como Findaway Voices que hacen la distribución por ti y lo envían a docenas de tiendas, como Apple Books, Google Play Audiobooks, y más. Si quieres hacerlo tú mismo, también puedes subirlo a cada una, pero eso es más trabajo y, sinceramente, si alguien te lo hace por una comisión, mejor aprovecharlo.

Después de todo esto, no te olvides de la promoción. Hacer que la gente escuche tu audiolibro es otro reto. Aquí puedes usar plataformas como Soundcloud para subir un fragmento y atraer a posibles oyentes. También puedes crear pequeñas muestras de audio y publicarlas en tus redes sociales, y si te atreves, hasta puedes hacer un podcast donde hables de tu libro y des algunos adelantos. En este mundo, si no te mueves, te quedas fuera. Así que promoción a tope.

El punto es que convertir un libro físico en audiolibro es más fácil de lo que parece, especialmente con las herramientas de hoy en día. Puedes usar narradores de Fiverr, probar con IA si quieres ahorrar tiempo y dinero, o incluso hacerlo tú mismo si te sientes con confianza. Pero lo más importante es que lo hagas bien. No escatimes en la calidad del sonido ni en la voz, porque un audiolibro mal hecho es peor que un libro que no se vende. Dale la importancia que merece, porque la gente va a pasar horas escuchando tu creación. No les des un motivo para arrepentirse.

Muchos éxitos con tu audiolibro.

Javier Carbaial

P.D. Ya sea que lo hagas tú, con IA o con un narrador de Fiverr, lo importante es que lo disfrutes. La gente lo notará. Y si lo haces bien, además de tener un libro en las manos de tus lectores, tendrás todo un nuevo territorio lleno de lectores oyentes potenciales para vender este y tus siguientes libros.

Facebook
WhatsApp
Twitter
LinkedIn
Pinterest