Cómo escribir un subtítulo que venda tu libro (y no lo arruine en Amazon)

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Cómo escribir un subtítulo que venda tu libro en Amazon

Elegir el título de un libro ya es, para muchos autores, una pequeña batalla interna. Horas pensando, tachando, volviendo atrás. Dudando si es demasiado directo, demasiado poético o demasiado simple. Me he encontrado mil veces en esa situación. No solo en libros míos, también en el de clientes que me han pedido que les sugiera un título que «funcione».

Y cuando por fin el título aparece —ese momento casi mágico— surge el verdadero problema:

¿Y ahora qué pongo de subtítulo?

Porque quienes llevamos algún tiempo publicando en Amazon, sabemos la importancia que KDP le da al subtítulo al momento de posicionar una obra. Y aquí es donde la mayoría se equivoca. ¿Cómo? Simple:  lo deja vacío. O escribe algo bonito pero inútil. Intenta meter todo el libro en una sola frase hasta convertirlo en un galimatías. Y lo peor: no es consciente de que ese subtítulo puede ser la diferencia entre vender o no vender.

A veces la razón es tan simple como la prisa de publicar el libro. Es increíble que después de tanto trabajo, se le dé tan poca importancia a esos minutos cruciales en el éxito del trabajo.

Porque el subtítulo no es un adorno, es una pieza estratégica. una frase pequeña con una responsabilidad enorme, es un trabajador silencioso de tu libro

Si el título es la cara visible, el subtítulo es quien hace el trabajo duro sin salir en la foto principal. Es el que aclara de qué va el libro, conecta con el problema del lector, promete un resultado concreto y sobre todo: ayuda a que Amazon y Google entiendan tu contenido

Especialmente en no ficción, el subtítulo suele ser más importante que el propio título. Sí, has leído bien. Muchos lectores deciden comprar por el subtítulo, no por el título.

Qué es exactamente un subtítulo (y qué espera Amazon de él)

Un subtítulo es una extensión natural del título. No repite sino que completa: sirve para explicar, en pocas palabras, qué va a conseguir el lector si abre tu libro. En Amazon no es obligatorio completar ese campo, pero es altamente recomendable (para mí fundamental). Eso sí, siguiendo algunas reglas básicas:

► Título + subtítulo no pueden superar los 200 caracteres

► No puedes hacer promesas falsas

► No puedes usar “best seller”, rankings ni reclamos comerciales

► No puedes mencionar otros autores ni marcas registradas

Amazon puede parecer permisivo… hasta que deja de serlo. Y cuando bloquea un libro por metadatos, suele doler, porque cuesta mucho recuperarlo y recuperarse.

El gran error: escribir un subtítulo para gustar, no para vender

Muchos autores escriben subtítulos como si fueran frases literarias, bonitas y profundas… pero totalmente inofensivas de cara a las ventas. El problema es que el lector no está buscando poesía en ese momento, está buscando una respuesta para sacar o no la tarjeta de su bolsillo.

Un subtítulo vago no genera intriga, genera duda: y la gente con dudas no compra. Esa es la razón por la cuan un buen subtítulo no intenta caerle bien a todo el mundo sino servir de filtro y hablarle claro a la persona correcta.

La función real de un subtítulo eficaz

Un subtítulo bien trabajado hace tres cosas al mismo tiempo, sin que se note:

►Primero, explica el contenido real del libro.
►Segundo, promete un beneficio concreto.
►Tercero, filtra al lector adecuado.

No está ahí para impresionar. Está ahí para que el lector piense: “Este libro es exactamente lo que necesito ahora”.

Cómo crear un subtítulo que venda: método paso a paso (con cabeza)

Empieza por los beneficios, no por las palabras bonitas Antes de escribir una sola frase, pregúntate algo muy simple:

¿Qué cambia en la vida del lector después de leer este libro?

No respondas con conceptos abstractos. Baja a tierra.

► Más tiempo.
► Menos estrés.
► Más claridad.
► Más ventas.
► Menos errores.
► Más confianza.

Cuanto más concreto seas, mejor materia prima tendrás y quédate con los beneficios que duelen (o desean). Ahora toca elegir porque no todo sirve.

Quédate con los beneficios que:

1. Alivien un dolor real 2. Ataquen una frustración conocida 3. Prometen un resultado tangible

Un buen subtítulo no habla de todo. Habla de lo que más le importa al lector. Atrévete a hacer una promesa clara Aquí es donde muchos autores se frenan. Empiezan a suavizar: “quizás” “puede ayudarte” “algunas ideas para…” Eso mata cualquier subtítulo. Un subtítulo efectivo no susurra. Habla claro. No exageres, pero tampoco te escondas. Si tu libro resuelve algo, dilo.

Escribe sin censura y luego afina

No intentes acertar a la primera. Eso es trampa mental. Escribe 10, 15, 20 posibles subtítulos. Malos incluidos. Luego deja reposar. Y vuelve con mirada fría. Quédate con los tres que:

1. Se entienden rápido 2. Suenan naturales 3. Prometen algo claro

Hazlos más específicos (aunque incomode) Este paso incomoda. Y por eso funciona. Cuanto más específico sea el subtítulo, más confianza genera. Y más ventas produce. Si te parece “demasiado directo”, vas bien.

Antes de decidir: el filtro final

Antes de cerrar tu subtítulo, pregúntate:

► ¿Se entiende sin contexto?
► ¿Promete algo concreto?
► ¿Encaja con el contenido real del libro?
► ¿Habla el idioma del lector?
► ¿Me representa como autor?

Si falla en claridad, vuelve atrás. El ego literario no paga facturas.

Un subtítulo genérico dice poco y se olvida rápido. Uno bien trabajado hace que el lector se detenga. No es magia. Es claridad. No empieces pensando en SEO. Empieza pensando en el lector. Cuando el beneficio es claro, las palabras clave encajan solas. Un subtítulo que vende no grita. Explica, promete y posiciona.

Y lo hace en una sola línea.

P.D. Cuando hablamos de subtítulo nos referimos a uno de los elementos más infravalorados por los autores… y uno de los más determinantes en ventas. Si tu libro es bueno, si de verdad ayuda, si aporta algo real… haz que tu subtítulo tenga el valor de decirlo sin rodeos.

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