1. No crear una rutina diaria de escritura y cumplirla de manera disciplinada. Escribir un día si y ocho no, es sin lugar a dudas la manera número uno de fracasar como escritor.
2. Colocar la tarea de escribir en la zona media/baja de tu tabla de prioridades y si algo te distrae al momento de estar escribiendo, dejar de escribir para dedicarte a otras actividades pensando “…luego seguiré con esto…”
3. Si estás escribiendo y viene un amigo a invitarte a tomar un café, dejar de escribir sin importar que tan ocupado o inspirado te encuentres en tu redacción.
4. Escribir con el teléfono celular encendido, respondiendo cada llamada y cada mensaje. Revisar el e-mail cada cinco minutos mientras escribes o tener el Facebook y el Twitter abierto. Salir a abrir la puerta cada vez que alguien llama. Escribir en un lugar lleno de distracciones que no favorezcan la concentración.
5. Sentirte culpable por escribir cuando otros esperan que hagas otras cosas.
6. No leer artículos o libros para mejorar tu nivel de escritura. Por mejor escritor que seas -¡y seguro lo eres!- siempre existe algo nuevo para aprender.
7. Cuestionarte en exceso la calidad de tus escritos.
8. No tomar cursos para mejorar tus habilidades de escritor.
9. No visitar sitios de escritores en la red, ni suscribirse a sus boletines.
10. No participar en foros de escritores o intervenir en discusiones constructivas sobre los diferentes temas que abarca la escritura y en especial la relacionada a tu género o nicho de mercado.
11. No poseer un blog o sitio web para darte a conocer como escritor.
12. Mantener tu trabajo en secreto como un gran tesoro y permitir que pasen años sin que nadie pueda leer y opinar sobre lo que has escrito. Temer demasiado al plagio sin colocar por delante el convertirte en un autor conocido en internet.
13. No participar en concursos de editoriales o sitios independientes.
14. No enviar artículos a directorios y blogs con tu firma ¡diariamente!
15. Ver como muy lejana la posibilidad de publicar un libro, tanto sea en papel como en PDF por cuenta propia o a través de la librería de Amazon Kindle (¡que además es gratis!)
16. Dejar pasar una semana sin escribir un artículo y cuando lo haces, abandonarlo inconcluso u olvidarte de enviarlo a diferentes sitios informativos o de difusión de contenidos.
17. Enviar tus textos a editoriales y desilusionarte amargamente si no llegan respuestas o llegan respuestas negativas. Olvidarte que las editoriales ya no son la única opción y hoy en día es posible publicar por cuenta propia ¡sin depender de nadie!
18. Desanimarte e incluso desistir si alguien realiza una crítica o un comentario poco favorable en relación a lo que has escrito.
19. Mantener en el armario viejos escritos sin intentar re-escribirlos y transformarlos en rentables a través de internet con un nuevo punto de vista actualizado. Muchos escritores tienen libros completos escritos desde antes del boom de los ebooks en internet y no llegan a darse cuenta del enorme valor potencial con el que cuentan abandonado dentro de un cajón.
20. No confiar en tus propias capacidades. ¡Deja de cuestionarte! ¡Deja de echarle la culpa a la crisis! ¡Deja de quejarte de las editoriales! Existen millones de potenciales lectores en internet y entre ellos están los tuyos.
¡Ponte las pilas!
