¿Qué pasa si subes un libro con errores a Amazon? Experimento real

¿Qué pasa si subes un libro con errores a Amazon? Experimento real

Bueno, lo confieso: lo hice a propósito. Subí un libro a Amazon con errores. Después de varias decenas de libros publicados, tenía la necesidad de experimentar en carne propia qué pasaría. Faltas ortográficas evidentes, frases mal cortadas, repeticiones molestas. No porque me diera igual. Sino porque quería probar algo.

¿Qué pasaría si subía un libro con fallos? ¿Amazon lo aprobaría? ¿La gente lo notaría? ¿Se quejarían? ¿Lo comprarían igual? ¿Amazon lo borraría? Un adelanto: aprendí más en ese experimento que en todas las formaciones sobre autopublicación que llevo tomando en inglés desde hace 20 años.

Primero, contexto. El libro era corto, en este caso de desarrollo personal. Tenía una portada más que decente, título llamativo, y una sinopsis interesante. Lo escribí bien, lo corregí, pero luego volví y lo “estropeé” adrede. Cambié palabras, dejé un par de “has” sin h, metí más de una coma donde no iba. Nada tan extremo como para que pareciera una broma… pero lo suficientemente molesto para que un lector atento lo notara.

Lo subí. 2,99 euros. Kindle. Publicado en 48 horas.  🙂 

Y esto fue lo que pasó:

1. Se vendió. ¡Más de lo que pensaba!

No fue un hit, pero tampoco pasó desapercibido. Las primeras cinco ventas llegaron sin promo. Solo por título, portada y categoría. Eso confirma algo: la mayoría compra por el aspecto. No revisa la muestra. No sospecha.

2. Nadie dejó reseña… hasta que sí.

En la primera semana, nada. Ni una estrella. Ni una opinión. Silencio. Y pensé: “¿Será que a nadie le importa?”. O pillaron mi experimento. Pero en la segunda, llegó el golpe. Una reseña con una estrella. “Ideas buenas, pero lleno de errores. Inaceptable”. Luego otra. “No lo terminé. Me distraían las faltas”. Doloroso para cualquier autor (ojo, lo publiqué con seudónimo) A la tercera semana, lo entendí todo.

3. Las ventas murieron en seco

No necesité más comentarios, esa reseña negativa fue suficiente. Las siguientes personas que entraban, veían esa opinión arriba del todo. Y se acabó la magia. El título ya no importaba. Ni la portada. Las ventas se fueron al suelo.

4. Amazon no te avisa… pero sí castiga

No te retiran el libro. No te mandan un correo. No te rezongan ni piden que corrijas. Pero sí bajan la visibilidad. El algoritmo lo esconde. Deja de mostrarlo en sugerencias. No apareces más como destacado. Es como si te dejaran con vida… pero en un rincón oscuro donde nadie te ve, pero nadie, NADIE.

5. Lo corregí… ¡pero ya era tarde!

Volví a subir la versión corregida. Impecable. Pero la reseña seguía ahí. El daño estaba hecho. Y aunque subas la edición perfecta después, Amazon no borra las críticas. Lo que subiste mal… se queda marcado forever.

Conclusión del experimento:

Puedes tener el mejor contenido, pero si lo presentas con errores, pierdes confianza. Y sin confianza, no hay ventas. Ni segundas oportunidades. Un lector ofendido no vuelve. Amazon tampoco te ayuda, y razones tiene, es una empresa y como tal debe cuidar sus intereses y los de sus usuarios (tú y yo).

Así que sí, corrige. Pule. Revisa. Y si no sabes, paga a alguien que lo haga. Porque el error que hoy te parece “pequeño”, mañana puede matarte las ventas. Y resucitar en Amazon queda comprobado que no es nada fácil.

Javier Carbaial

P.D. Podrás decir que no leíste este artículo, pero no que no te avisé.

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