¿Debo invertir en publicidad paga (Amazon Ads, Facebook Ads)?

¿Sabes lo que pasa con la publicidad paga? Que tiene mala fama. Algunos la ven como una varita mágica que solucionará todos tus problemas de ventas en un abrir y cerrar de ojos pero que solo está al servicio de quienes tienen un presupuesto para ello. Otros, como un agujero negro que devora tu dinero sin piedad. Pero la verdad, como siempre, está en el medio. No es ni tan milagrosa ni tan trágica. Ni para ricos, ni para no tan ricos.

Invertir en publicidad, ya sea en Amazon Ads o Facebook Ads, no es como lanzar una moneda al aire. Es más como aprender a cocinar: al principio quemas la sartén, después empiezas a entender las recetas y, si tienes paciencia, terminas sirviendo un plato digno de un restaurante. Pero, claro, la clave está en entender qué estás haciendo antes de lanzarte a poner billetes en manos del algoritmo.

Y si te preguntas por qué tan a menudo hago comparaciones con la cocina, te diré un secreto: la cocina es mi otra gran pasión además de escribir. Y si estás atento, pronto tendré algunas novedades al respecto. ¿Querré ser el nuevo Arguiñano Online? De repente sí. Ya lo verás.

¿Publicidad paga? Depende de dónde estás parado

Primero, vamos a lo básico. Si acabas de publicar tu primer libro, todavía no sabes quién es tu público y tu estrategia de marketing es simplemente cruzar los dedos, lo siento, pero gastar en publicidad es lo último que deberías hacer. Es como intentar llenar una bañera sin haber cerrado el tapón. Primero, tienes que tener una base sólida.

Pero, si ya tienes algo de claridad sobre quién puede leer tu libro, por qué deberían leerlo y dónde encontrarlos, entonces la publicidad paga puede ser tu aliada. No es un atajo, pero sí un empujón en la dirección correcta.

Amazon Ads: jugar en la casa del gigante

Amazon Ads es la opción perfecta si tu libro está listado en Amazon. Piénsalo: ya tienes a los lectores allí. No tienes que convencerlos de que lean en digital o que les gustan los libros. Están en la tienda buscando algo que leer. Tu trabajo es simple: asegurarte de que vean el tuyo.

¿Cómo funciona? Básicamente, eliges palabras clave relacionadas con tu libro. Por ejemplo, si escribiste una novela de misterio, podrías elegir palabras como “thriller psicológico” o “novela de crímenes”. Cada vez que alguien busque esas palabras, existe la posibilidad de que tu anuncio aparezca. Pero, atención, no todo es tan fácil como parece.

Si eliges palabras clave demasiado genéricas, como “libros” o “novela”, vas a competir con miles de otros anuncios, y tu presupuesto desaparecerá antes de que puedas decir “Amazon”. Por eso, lo inteligente es apuntar a términos más específicos, donde haya menos competencia, pero suficiente interés.

Amazon Ads tiene algo genial: puedes empezar con poco dinero. Diez o quince euros al día son suficientes para probar y ajustar. Porque, y aquí viene lo importante, la publicidad en Amazon no es de “pongo dinero y me olvido”. Es de “pongo dinero, reviso datos, ajusto y vuelvo a empezar”.

Facebook Ads: la pesca fuera del río

Facebook Ads es un mundo aparte. Aquí no estás en una tienda donde la gente ya está comprando, sino en una red social donde están mirando memes y fotos de gatos. Tu trabajo es interrumpirlos de forma inteligente.

¿Cómo? Con un anuncio que no parezca un anuncio. Una imagen llamativa, una frase intrigante o incluso una pregunta. Si escribiste un libro de fantasía, podrías usar algo como: “¿Y si un dragón te ofreciera un pacto imposible? Descubre esta épica aventura que está atrapando a los fans de [autor famoso del género].”

La clave en Facebook Ads es ser muy específico con tu público. No pongas tu anuncio para “todo el mundo”. Apunta a personas interesadas en tu género, en otros autores similares o en temas relacionados con tu historia. Y, como en Amazon, empieza pequeño. Con cinco euros al día puedes aprender qué funciona y qué no.

El equilibrio entre expectativas y realidad

Y aquí es donde muchos fallan: las expectativas. La publicidad paga no hará que vendas mil libros en una semana si tu libro tiene una portada poco atractiva, una sinopsis aburrida o errores en el texto. La publicidad no convierte lo malo en bueno, solo amplifica lo que ya tienes.

Si tu libro es bueno, la publicidad puede ayudarte a que más personas lo vean y lo compren. Pero si no lo es, lo único que hará es exponerlo al mundo y, posiblemente, recibir críticas negativas.

Por eso, antes de gastar un euro, asegúrate de que tu producto esté listo. ¿Tienes reseñas positivas? ¿Una buena portada? ¿Una sinopsis que engancha? Si no es así, arregla eso primero.

Invertir en publicidad paga puede ser un camino poderoso para aumentar tus ventas, pero solo si lo haces con cabeza. No es cuestión de tirar dinero y esperar milagros, sino de aprender, probar y ajustar. Si estás dispuesto a hacerlo, puede ser la mejor decisión para tu carrera como autor.

Javier Carbaial

P.D.: La publicidad es como el amor: si no le dedicas tiempo y esfuerzo, no esperes grandes resultados. Pero cuando lo haces bien, los frutos son muy, muy, pero muuuuuy dulces.

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