10 autores que empezaron después de los 50 y luego vivieron de sus libros

10 autores que empezaron después de los 50 y luego vivieron de sus libros

¿Sabes qué pasa cuando mezclas experiencia, ganas y un poquito de “me da igual lo que piensen”? Que puede salir algo muy gordo. Y si no, que se lo digan a estos autores que no se pusieron a escribir a los 20 años ni necesitaron una beca ni la bendición de ninguna editorial. Gente que ya había vivido, que tenía algo que contar y que decidió que era ahora o nunca.

Y fue ahora.

Ahí van 10 que no conocieron el éxito hasta después de los 50 y acabaron, casi todos, viviendo de sus libros. Con un par. O con lo que hiciera falta.

Frank McCourt publicó su primer libro con 66 años. Un profesor irlandés-estadounidense que una vez jubilado comenzó a escribir sobre su infancia miserable en Irlanda y su historia la leyó medio planeta. Pulitzer incluido. Un tipo que no había vendido ni un lápiz y acabó convirtiéndose en uno de los grandes de la literatura.

Laura Ingalls Wilder empezó con más de 60 años. Nunca pensó en ser escritora. Pero cuando se sentó a contar su vida en la pradera («La casita de la pradera»), rápidamente el mundo se rindió ante su hermosa prosa y su gran creatividad. De su ingenio nacieron libros, series y hasta muñecas. Como para no creer en las segundas oportunidades.

Daniel Defoe,  cuentan que tenía mil oficios y casi todos mal pagados. Creó a Robinson Crusoe cuando tenía 59 años y lo convirtió en uno de los personajes más famosos de la literatura universal y sin dudas el náufrago más célebre de la historia. Un libro que cambió la vida de Daniel y de millones de lectores.

Raymond Chandler perdió su trabajo cerca de los 50 y decidió que si había que volver a empezar, él lo haría a lo grande. Se inventó un detective (Philip Marlowe) y un estilo que redefinió el género negro. A los 51, en 1939, publicó su primera novela: El sueño eterno. A veces perderlo todo es la mejor manera de volver a comenzar.

José Saramago Durante años, José Saramago fue prácticamente un desconocido fuera de Portugal. Publicó su primer libro a los 25, pero luego pasó décadas sin publicar narrativa, ganándose la vida como traductor, periodista y editor. No fue hasta los 58 años que encontró su voz definitiva como novelista, con Levantado del suelo. A partir de allí, su obra creció con fuerza y profundidad, hasta que, ya cerca de los 80, recibió el Premio Nobel de Literatura. Su historia no es la de alguien que empezó tarde, pero sí la de alguien que nunca dejó de buscar su momento. Porque a veces el talento necesita tiempo… y coraje para seguir escribiendo incluso cuando nadie está mirando.

¿Un secreto? Nunca es tarde.

Penelope Fitzgerald inició su carrera literaria a los 58 años, en 1975. Publicó su primer libro a los 61. Antes había sido maestra, madre y mil cosas más. Le bastaron un par de novelas para ganar premios y ser reconocida como una grande. A veces la tinta más poderosa es la que se destila con los años.

Harriet Doerr debutó con su primera novela a los 74 años. No, no es broma. Y su primera novela fue un éxito total. Harriet se convirtió en ejemplo vivo de que los sueños no caducan. Si puedes imaginarlo, puedes escribirlo. Y si puedes escribirlo, puedes crear algo grande.

Melanie Cantor tuvo que soportar mil rechazos hasta que, con más de 60, al fin logró publicar. Su historia es la historia de tantas mujeres invisibles que, cuando por fin se hacen visibles, no hay quien las pare. Ni quien las calle.

Claire Cook escribió su primer libro a los 45 años, publicó a los 50 y al poco tiempo le compraron los derechos para una película. Su vida cambió en una feria del libro. Se la jugó y le salió ¡muy bien! 

Stieg Larsson no llegó a ver su propio éxito, pero empezó a escribir cerca de los 50 años. En el año 2001. Se fue justo antes de que su trilogía arrasara.

Larsson falleció repentinamente de un ataque al corazón el 9 de noviembre de 2004. Tenía problemas cardíacos previos, pero su muerte fue inesperada. Nunca vio publicada su trilogía. Entregó los manuscritos a su editor poco antes de morir. El primer libro fue publicado después de su muerte, en 2005.

Sus libros se volvieron un fenómeno global. Se han vendido más de 100 millones de copias, y se hicieron adaptaciones cinematográficas en Suecia y Hollywood.

Si tienes una historia, cuenta. Si tienes una edad, úsala. Y si tienes miedo, aléjate de él. Escribir no es para los que llegan primero, es para los que no se rinden.

Así que si has pasado los 40, estás rondando los 50 —o ya los pasaste— y sientes que tu historia aún no ha sido contada, no pienses que llegaste tarde. Piensa que llegaste con más vida vivida, más batallas ganadas y más cosas que decir. La edad no es una barrera, es combustible. Estos autores no son la excepción: son la prueba de que nunca es tarde para empezar de verdad. Lo único que se necesita es decidirse. Y ese momento, si quieres, puede ser hoy.

Javier Carbaial

Si tienes alguna duda, pregúntameESTOY. No hay preguntas tontas cuando lo que quieres es avanzar. Estoy aquí para echarte un cable, no para que te vayas con la cabeza hecha un lío. Así que mejor preguntar que quedarse con la espinita clavada pensando “ya lo buscaré después”... porque ese “después” suele ser nunca. Preguntar es gratis. Quedarte con la duda… eso sí que sale caro.