
Escribir un libro es un deseo que muchas personas alimentan desde su juventud. También le sucede a Magda, compañera de largas charlas de café.
—Todos tenemos una historia que contar ¿No?
—¡Magda!… ¡No se de qué hablas! ¡Son las 2 de la madrugada! ¿Tienes alguna idea rondando tu cabeza?.
—Nada en especial. Hoy he leído una frase que me ha dejado algo preocupada.
—Yaunnnnn, a ver… ¿cuál frase?
—«Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro».
—¡Si! ¡Lo dijo José Martí! ¿no? ¿Y?
—Quería saber qué opinas…
—Pues, hasta donde yo sé, tienes una hermosa hija y una huerta que ocupa todo el fondo de tu casa… un jazmín, un limonero, un sauce llorón, dos anacahuitas… ¡Todo lo plantaste tú! No me digas que…
—¡Sí! ¡Eso! ¡No he escrito mi libro!
—¿Y cuál es el problema? ¡Escribe uno!
—¡No soy escritora! ¿En qué podría inspirarme?
—¿De verdad no encuentras inspiración?
—Pues no, mi vida es muy normal…
—Hagamos un ejercicio: cuéntame como es un día de tu vida.
—Bueno, me levanto a las siete, saco a Chucho al jardín, despierto a Clara , le sirvo el desayuno y la llevo al colegio. A las 8 ya estoy en el instituto, sabes que soy maestra de tercer grado ¡Este año tengo veinte niños preciosos que me alegran la vida! De cuatro a cinco voy al gimnasio, por la tarde me dedico a mi jardín y ayudo a Clara con su tarea. Por la noche cocino, cenamos y leemos juntas… y bueno, ¡ya se ha ido mi día!
—No te daré más pistas… ¿De verdad quieres más inspiración?
—Jajaja… tienes razón. Pero ¿Quién publicaría un libro mío? Ayer mismo leí un artículo sobre JK Rowling que decía que a ella le rechazaron su primer libro sobre Harry Potter más de diez editoriales antes de ser finalmente aceptado. ¡Y era JK Rowling! ¡Imagínate a mí!
—¡Ah! ¡Por allí venías! Magda… los tiempos han cambiado. No tienes que ser JK Rowling para ver tu libro publicado. ¿Sabes cuantas personas buscan lectura e información en internet? Tienes mucho para contar. ¡Abre un blog! ¡Comienza ya mismo a escribir! En unos meses me dirás…
—¿Qué te diré?
—¡Que tienes un libro en camino!
—¿Tú crees?
—¡Lo creo!
—Ahora mismo empiezo…
—Mejor duerme y empieza mañana ¡Son las tres!
—¿Las tres?
—Pues sí… ¡duérmete ya!
—Solo unos renglones…
¿Tal vez te sucede a ti?
El mejor momento para comenzar a escribir, es…

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