
Muchos autores están de acuerdo en que la parte más difícil de escribir un libro es la primera oración. Cuando se analiza el proyecto en su totalidad, parece una tarea imposible. Esta es la razón por la cual a la hora de escribir, el trabajo debe dividirse en etapas más pequeñas y manejables. Piensa que estás a punto de escalar una montaña y te encuentras mirando la cumbre allá a lo alto, entre las nubes. ¿Cómo es posible llegar a tan inmensa y peligrosa cima? Solo existe una respuesta: paso a paso. Encara la tarea de escribir su libro con la misma visión de la montaña. Paso a paso. Cuando quieras darte cuenta, te encontrarás ante la última zancada, arribando a la cumbre, con tu cabeza entre esas nubes que parecían tan lejanas. Si alguna vez has intentado escribir un libro -o escalado una montaña- estoy seguro que comprendes a lo que me refiero.

Primero, piensa en un título, aunque se trate de un título provisorio, no tiene porque ser el definitivo. Permite que tu cerebro se libere por un instante y apunta esas ideas que se te vienen a la cabeza, seguramente de allí nazca el título ideal para tu libro. Los títulos ayudan a enfocarse en lo que uno se encuentra escribiendo. Muchos escritores utilizan también subtítulos. La claridad en los títulos y subtítulos es importante, allí el ingenio juega un papel fundamental. En el caso de manuales prácticos, encontramos algunos ejemplos muy ingeniosos: «Remedios para el insomnio: veinte diferentes maneras de contar ovejas» o «Apague la TV y levántese de ese sillón, quince ejercicios que lo harán ponerse en forma».
Segundo, escribe el objetivo que persigue tu trabajo. Se trata de una o dos oraciones describiendo exactamente el problema al cual tu libro pretende dar solución. Todos los capítulos del libro deben estar directamente relacionados con esa tesis. Una vez has afinado ese para de oraciones, tendrás una base consolidada para la creación de tu libro. A partir de este momento, tu trabajo crecerá capítulo tras capítulo.
Esta tesis debe mantenerte enfocado durante todo el proceso de redacción. Recuerda, todos los capítulos deben estar relacionados con el objetivo planteado. Si no lo están, no pertenecen a ese libro. Por ejemplo, tu tesis podría decir: «todos experimentamos insomnio en algún momento de nuestras vidas, pero existen veinte métodos y técnicas probadas para devolverle a usted el poder dormir la noche completa». Cada capítulo podría describir cada una de las técnicas.
Una vez tienes lista esta tesis, asegúrate de contar con una buena razón para escribir tu libro. ¿Cómo saberlo?
Hazte a ti mismo las siguientes preguntas:
¿Aporta mi libro información útil y relevante para mis lectores?
¿La información que brindo, afectará positivamente la vida de mis lectores?
¿Es mi libro suficientemente dinámico como para mantener la atención de mis lectores?
¿Responde mi libro preguntas significativas?
Si logras responder sí a estas preguntas, puedes estar confiado en el potencial de tu libro.
Otro paso importante es saber cual será la audiencia objetivo, o sea el grupo de personas hacia y para las cuales estarás escribiendo. En ellos te deberás basar para elegir el tono, el estilo y hasta la longitud. Analiza la edad promedio de tu público, el género mayoritario, los intereses más afines e incluso el grupo socioeconómico al cual pertenecen ¿Se trata de personas que leen revistas del corazón o literatura clásica? ¿Son personas que manejan habitualmente internet o apenas se conectan una vez al mes? Cuanto más a fondo conozcas a tus potenciales lectores más fácil será escribir para ellos.
¡No escribas sin saber para quién escribes!
Lo siguiente es confeccionar una lista de razones por las cuales estás escribiendo tu libro. ¿Deseas promocionar un negocio? ¿Deseas generar tráfico web hacia un determinado producto o servicio? ¿Deseas aumentar tu reputación como autor? ¿Deseas tan solo dar a conocer tu trabajo?
Posteriormente escribe sus metas en términos de publicación. ¿Deseas comercializar tu libro como un producto o utilizarlo como promoción para futuros lanzamientos? ¿Deseas utilizar sus capítulos para crear un curso en línea o entregarlo en un archivo PDF*? ¿Deseas utilizar tu ebook para captar afiliados alrededor del mundo? ¿Deseas ser famoso? ¿Deseas ganar un premio literario?
Cuanto más conozcas los objetivos que te has trazado, más fácil será redactar el texto de tu libro.
* Profundiza sobre el formato PDF en Wikipedia
¿Cómo redactar un libro «fácil de leer»?
La primera tarea será evaluar la manera de mantener tu redacción interesante y participativa, ofreciendo anécdotas, testimonios, pequeñas historias, fotos, gráficas, estadísticas, consejos e ideas que mantengan al lector pasando las páginas de tu libro. Notas laterales o a pie de página también suelen ser útiles para acceder rápidamente a la información y rompen con la monotonía del texto.
Utiliza un lenguaje informal y tono conversacional. El lector responderá a la sensación que está inmerso en una charla persona contigo. No redactes largos párrafos que pongan a dormir a tus lectores. ¡Grandes extensiones de texto sin descanso visual suelen ser de gran ayuda contra el insomnio! Salvo que tu libro trate de ese tema ¡olvídalo! La buena redacción requiere práctica. Puede tomar algún tiempo desarrollar la habilidad de escribir ¡Pero te aseguro que se aprende, incluso si te han hecho creer que te falta talento para ello! Pero eso sí: requiere de esfuerzo.
Comprométete contigo mismo a escribir al menos una página al día. Lee revistas y libros relacionados con el arte de escribir y exprímelos hasta sacarles el mayor provecho. Escribir es un arte que se cultiva a lo largo de toda la vida, cuanto más escribas (¡y leas!) mejor se tornará tu redacción y en consecuencia la aceptación y la venta de tus libros.
En un libro que será leído a través de una pantalla -como es el caso de nuestros libros electrónicos- permanece atento a otorgar a tu lector descansos visuales cada no más de cuatro o cinco renglones. Esto se logra con espacios en blanco. En clases de arte, el espacio en blanco es conocido como «espacio negativo». Los ojos del lector necesitan descansar en estos oasis blancos que debes crear a lo largo de tus páginas. Si una página es muy densa en texto, el lector abandonará la lectura antes de que sus ojos comiencen a lagrimear. Utiliza estrategias que faciliten la lectura de tu material, como esquemas, resúmenes o listados punto por punto. Esto hace que la lectura sea más fácil de absorber y ofrece al lector un mayor descanso visual que le facilitará la tarea de diseccionar los párrafos uno tras otro.
Si tu publicación es en formato PDF, elige un diseño de fácil lectura. Escoge un tipo de letra que no canse demasiado los ojos del lector y mantente siempre en el mismo estilo. Tal vez Arial o Verdana sean las más aconsejables. Utilizar diferentes tipos de letra en el mismo libro -por más atractivas que sean-, tan solo logrará cansar la vista del lector y a veces hasta su paciencia. Utiliza al menos una línea y media de espaciado y letra suficientemente grande como para ser fácilmente leída, pero a su vez, suficientemente pequeña como para que la página completa quepa dentro de la pantalla. Experimenta para encontrar el equilibrio perfecto en este sentido.
Por supuesto, no olvides revisar varias veces la ortografía y la sintaxis. El texto puede ser juzgado por detalles como una incorrecta puntuación, por lo tanto, intenta no entregar un texto con oraciones comenzando en minúsculas, puntos suspensivos o comas donde van puntos y puntos donde comas. Tampoco olvides corregir la acentuación.
Finalmente, recuerda crear un índice y una bibliografía.
Hasta el próximo artículo.
Dejar una contestacion