Eficiencia y Flexibilidad: Autopublicar es una tarea que puedes desarrollar a tu ritmo, sin necesidad de dejar tus otras ocupaciones

Cuando alguien piensa en publicar un libro, la imagen que se le viene a la mente es la de un escritor en bata, encerrado durante meses en un despacho, rodeado de papeles, tazas de café y peleas con su editor. Pues bien, eso sin dudas es parte del pasado.

Hoy en día, la autopublicación te permite llevar tu proyecto de libro al mundo sin tener que cambiar radicalmente tu vida. ¿No tienes tiempo para ser escritor a tiempo completo? Perfecto. La autopublicación es tan flexible que puedes encajarla entre tus mil cosas diarias, sin quemarte en el intento.

Para empezar, olvídate de esas ideas anticuadas sobre que tienes que “dejarlo todo” para ser escritor. ¿Tienes un trabajo de 9 a 5? ¿Hijos que atender? ¿O tal vez estás sacándote un título mientras llevas una vida?

Da igual. Con la autopublicación, tú marcas los tiempos. Si un día tienes diez minutos libres en tu pausa para comer, escribes un párrafo. Si el fin de semana te liberaste de compromisos, aprovechas para trabajar en la edición o crear tu portada. No hay prisa, ni un editor con un látigo detrás de ti. Eso sí, la disciplina será tu mejor amiga, pero a tu ritmo.

¿Te preguntas por dónde empezar? Hoy las plataformas de autopublicación como Amazon Kindle Direct Publishing (KDP) te lo ponen en bandeja. Subir tu manuscrito es tan sencillo como colgar una foto en redes sociales. Literal. Y lo mejor: puedes hacerlo desde cualquier lugar. Desde el sofá de tu casa, en el tren camino al trabajo, o desde una playa (si eres de esos con suerte). Publicar ya no es un asunto de oficinas o juntas editoriales aburridas. Es un asunto tuyo, personal, que se ajusta a tu estilo de vida.

Otra ventaja es que tú tienes el control. Puedes decidir cuándo publicar, cómo hacerlo y en qué formato. Si te viene bien un ebook para no complicarte con la impresión, adelante. Y si luego decides que también quieres una edición en papel, lo puedes hacer con un par de clics más.

Es un proceso que puedes manejar a cuentagotas, sin que interrumpa tus otras actividades. La clave está en mantener el flujo constante, como quien riega una planta: un poco cada día.

Por supuesto, la autopublicación no está libre de esfuerzo. No es cuestión de escribir un manuscrito y olvidarte. Vas a tener que hacer de todo: desde la promoción hasta la corrección. Pero la parte bonita es que lo harás cuando quieras y como quieras.

Y mientras otros esperan una respuesta de editoriales por meses, tú ya estarás celebrando tu primer libro autopublicado. Eficiencia y flexibilidad al máximo.

Lo dicho: puedes tener tu vida y tu libro también. No tienes que renunciar a tus responsabilidades diarias para ser escritor. Aprovecha los huecos, los momentos libres. La autopublicación te da el control de tu tiempo y, sobre todo, te deja ser eficiente sin tener que vivir estresado por cumplir plazos imposibles.

Javier Carbaial

P.D.: No subestimes el impacto de lo que puedes lograr poco a poco. Si sigues avanzando a tu ritmo, un día te despertarás y verás tu libro en Amazon. Y te diré una cosa: no hay sensación mejor que ver tu nombre como autor.

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