Cómo Elegir el Mejor Seudónimo de Autor

Elegir el mejor seudónimo para tu libro puede parecer una tontería, pero es una de esas decisiones que, si la haces bien, puede marcar la diferencia entre destacar o perderte en el mar de escritores que hay por ahí. Un seudónimo no es solo un nombre bonito; es tu marca, tu tarjeta de presentación.

Primero, ¿qué es un seudónimo?

Es un nombre falso, una identidad alternativa que adoptas para firmar tu obra en lugar de usar tu nombre real. Parece algo de espías o superhéroes, pero la verdad es que tiene utilidades muy prácticas.

Sirve para mantener el anonimato, crear un aire de misterio, o simplemente porque tu nombre real es más difícil de pronunciar que una receta de cocina molecular.

Algunos autores lo usan para separar diferentes tipos de obras. Por ejemplo, si escribes novelas románticas pero también te gusta la ciencia ficción, podrías usar un seudónimo para cada género.

Y no nos olvidemos de los que lo usan para proteger su privacidad, porque el mundo de la fama a veces puede ser muy complejo.

Ahora bien, ¿cómo eliges un buen seudónimo? Pues hay varios enfoques. Aquí te dejo algunos para que no te rompas la cabeza:

🔷Basado en tu nombre real: Una variante más cool o fácil de recordar. Si te llamas Juan Pérez, podrías convertirlo en “J.P. Ferrer”. O a lo mejor combinas tu segundo nombre con el apellido de tu abuela, ¿quién sabe?

🔷Totalmente inventado: Aquí puedes dejar volar la imaginación. Pero cuidado, que si te pasas, podrías terminar con un nombre que suene más a marca de champú que a escritor de éxito.

🔷Inspírate en alguien que admires: Si tienes un autor favorito, fíjate en su nombre. No, no copies, pero quizás te de ideas. Algo de la sonoridad o el estilo podría ayudarte a encontrar el tuyo.

🔷Utiliza generadores de nombres en línea: Hay páginas que te tiran decenas de opciones con solo poner un par de palabras clave. No es muy romántico ni místico, pero puede ser efectivo.

🔷Juega con las palabras: ¿Tu libro trata sobre aventuras en la selva? Quizás un nombre que evoque naturaleza salvaje funcione. ¿Es una historia de terror? Algo que suene misterioso y oscuro. No subestimes el poder del marketing aquí.

¿Es legal usar un seudónimo?

Claro que sí, no te preocupes. No es que estés cometiendo un crimen por firmar con otro nombre. Eso sí, cuando publicas, tendrás que aclarar que se trata de un seudónimo y el contrato editorial debe llevar tu nombre real. La ley solo quiere saber a quién reclamarle si algo sale mal, ya sabes. Si decides autoeditar, lo mismo, pero asegúrate de que los derechos de autor estén registrados bajo tu verdadero nombre, para que nadie venga después a robarte la idea.

¿Cómo investigas si ya existe?

Pues sencillo: busca en Google. Mete el nombre que tienes en mente y mira qué sale. Si ya hay alguien con ese nombre firmando libros, mejor pasa al siguiente. No querrás que te confundan con otro. También puedes revisar Amazon y las bases de datos de ISBN para asegurarte de que no estás usando un nombre ya registrado por otro autor. Si quieres ser muy formal, puedes consultar las bases de datos de derechos de autor en tu país.

Paso a paso para elegir el mejor seudónimo:

▶️ Define tu propósito: ¿Por qué necesitas un seudónimo? ¿Es por privacidad, marketing, o porque tu nombre es un trabalenguas? Esto te ayudará a decidir si necesitas algo sencillo o más elaborado.

▶️ Haz una lista de ideas: No te quedes con la primera que se te ocurra. Anota al menos cinco o seis opciones, juega con las letras, con las sílabas, con combinaciones raras.

▶️ Prueba cómo suena en voz alta: Dilo en voz alta unas cuantas veces, como si fueras un locutor de radio presentando tu libro. ¿Funciona? ¿Suena natural? ¿Te sientes cómodo diciendo “Hola, soy [seudónimo] y escribí esta novela”? Si no, a seguir buscando.

▶️ Consulta a otros: Pregunta a amigos, familiares o a tu perro (si es un perro sabio). A veces nos encariñamos con una idea que no es tan buena y necesitamos una opinión externa.

▶️ Verifica en línea: Haz la búsqueda en Google, redes sociales, Amazon, y cualquier otro lugar donde creas que podría aparecer el nombre. También, aunque menos probable, asegúrate de que no sea una marca registrada de otro negocio.

▶️ Toma una decisión y comprométete: Una vez que lo tengas claro, ¡a por ello! Empieza a usarlo sin miedo y hazlo tuyo.

Algunos ejemplos en la historia:

  • George Orwell – Nombre real: Eric Arthur Blair
    Autor de 1984 y Rebelión en la granja, usó el seudónimo “George Orwell” para separarse de su vida privada y dar una identidad más neutral y británica a su obra.

  • Mark Twain – Nombre real: Samuel Langhorne Clemens
    Conocido por Las aventuras de Tom Sawyer y Las aventuras de Huckleberry Finn, adoptó “Mark Twain”, un término de navegación que indicaba la profundidad segura para navegar en el río.

  • J.K. Rowling – Nombre real: Joanne Rowling
    Además de firmar Harry Potter como “J.K. Rowling”, también escribió la serie de novelas de crimen Cormoran Strike bajo el seudónimo de Robert Galbraith.

  • Voltaire – Nombre real: François-Marie Arouet
    El famoso filósofo y escritor francés adoptó “Voltaire” como su seudónimo para distanciarse de su familia y de las restricciones sociales de la época.

  • George Eliot – Nombre real: Mary Ann Evans
    Usó un seudónimo masculino para asegurarse de que su trabajo fuese tomado en serio en una época en la que las mujeres escritoras no eran valoradas. Autora de Middlemarch y El molino del Floss.

  • Lewis Carroll – Nombre real: Charles Lutwidge Dodgson
    El autor de Alicia en el País de las Maravillas adoptó “Lewis Carroll” para mantener separada su vida como profesor de matemáticas y diácono anglicano.

  • Richard Bachman – Nombre real: Stephen King
    Stephen King creó este seudónimo para publicar más libros de los que el mercado editorial le permitía sacar bajo su nombre, como El fugitivo y Maleficio.

  • Pablo Neruda – Nombre real: Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto
    El famoso poeta chileno adoptó “Pablo Neruda” para ocultar su identidad en los primeros años de su carrera, cuando la poesía no era bien vista como una profesión seria.

  • Currer Bell – Nombre real: Charlotte Brontë
    Autora de Jane Eyre, Charlotte Brontë usó “Currer Bell” para evitar el prejuicio contra las mujeres escritoras y también para mantener un aire de misterio.

  • Acton Bell – Nombre real: Anne Brontë
    La hermana menor de Charlotte también usó un seudónimo, “Acton Bell”, por las mismas razones. Escribió Agnes Grey y La inquilina de Wildfell Hall.

  • Ellis Bell – Nombre real: Emily Brontë
    La tercera de las hermanas Brontë también optó por un nombre masculino, “Ellis Bell”. Escribió la famosa novela Cumbres borrascosas.

  • Stan Lee – Nombre real: Stanley Martin Lieber
    El creador de icónicos personajes de Marvel, como Spider-Man y los X-Men, usó “Stan Lee” para que su trabajo en cómics no afectara su sueño inicial de convertirse en novelista.

  • Dr. Seuss – Nombre real: Theodor Seuss Geisel
    El famoso autor de libros infantiles, como El gato ensombrerado, adoptó “Dr. Seuss” como seudónimo porque no quería que sus padres supieran que estaba escribiendo para revistas de humor.

  • Saki – Nombre real: Hector Hugh Munro
    Famoso por sus cuentos cortos, Saki utilizó este seudónimo, que parece haber tomado de un personaje en la poesía persa de Rubaiyat de Omar Khayyam.

  • Anne Rice – Nombre real: Howard Allen Frances O’Brien
    La autora de Entrevista con el vampiro eligió un nombre más femenino para su carrera literaria, aunque su nombre real era ambiguo y masculino.

Javier Carbaial

Y así es como eliges tu identidad secreta literaria, sin necesidad de capa ni antifaz.

Nos vemos en el siguiente artículo.

P.D. Si eliges bien, tu nombre podría terminar siendo más famoso que el de tu vecino el influencer. Y todo por escribir un buen libro.

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Javier Carbajal

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