Hacer de la escritura un hábito no es solo una idea bonita. Es la base sólida sobre la cual puedes construir una carrera exitosa como escritor. Ya sea que quieras publicar un libro o vender tus servicios como redactor, necesitas hacer de la escritura algo tan natural como cepillarte los dientes. Si realmente has decidido que escribir es tu camino, entonces debes aprender a hacerlo de la manera más rápida y eficiente posible.
Y la mejor forma de lograrlo es convertir la escritura en un hábito diario, algo que hagas pase lo que pase. Hoy te voy a mostrar cómo hacerlo, porque aunque parece simple, no siempre lo es.
No hay ningún truco mágico en este proceso. Todo se reduce a dos cosas: fuerza de voluntad y motivación. Y créeme, necesitas ambas en cantidades industriales para lograr que escribir se convierta en una segunda naturaleza. Es tan simple (y a la vez tan complicado) como sentarte a escribir cada día, sin excusas.
Cuando escribes para un cliente, es más fácil. Tienes un plazo y una responsabilidad que cumplir. No hay vuelta atrás. Pero, ¿qué pasa cuando escribes para ti mismo? ¿Qué sucede cuando estás trabajando en tu propio libro? Es aquí donde el verdadero desafío aparece. Pero no te preocupes, porque tengo un plan que te ayudará a mantenerte en el camino y alcanzar tus metas.
Cada noviembre se celebra un evento llamado NaNoWriMo (National Novel Writing Month), donde los participantes tienen el objetivo de escribir una novela completa en un mes. Estamos hablando de 55,000 palabras, lo que equivale a unas 2,000 palabras por día. La idea es simple: si escribes todos los días durante treinta días, terminas el mes con una novela y, lo más importante, habrás convertido la escritura en un hábito.
Este es el mismo enfoque que te sugiero si quieres dedicarte a la redacción profesional o si estás trabajando en tu propio proyecto de escritura. No es necesario que escribas 2,000 palabras al día, pero sí necesitas escribir todos los días. Tal vez un artículo de 500 palabras sea suficiente para empezar. Pero hazlo todos los días, sin excepciones. Y sí, eso incluye los domingos.
Escribir, como cualquier otra habilidad, requiere entrenamiento. Cuanto más lo practiques, mejor te vuelves. No tengas dudas de que, con el tiempo, podrás escribir más rápido y con mayor calidad.
Si aún no tienes un proyecto específico en mente, no hay problema. Publica esos artículos en tu blog, envíalos a directorios de artículos, ofrécelos a otros bloggers. Lo importante es que sigas escribiendo. Porque si logras mantener este ritmo durante treinta días o más, la escritura se convertirá en un hábito. Y, una vez que eso suceda, escribir será tan natural como respirar.
Para hacerlo más consistente, aquí van algunos consejos:
Establece una hora y un lugar fijo para escribir. Ya sea en tu escritorio o en tu café favorito, crea un entorno que te diga «es hora de escribir».
¿Computadora o papel? Eso depende de ti. Usa lo que te haga sentir más cómodo.
Pon música de fondo o cualquier cosa que despierte tu creatividad.
Crea el ambiente perfecto para que las ideas fluyan.
Incluso los grandes como Stephen King han seguido estos procesos. En muchos casos, el problema no es escribir bien, sino enfocarse y terminar lo que empezaste. ¿Te ha pasado? Entonces no pierdes nada con probar este método. Treinta días, todos los días.
Hazlo, y estarás un paso más cerca de hacer de la escritura tu vida.
Te deseo todo el éxito en tu camino de escritor.
